La Villa de Baños de Valdearados, de probable origen romano, como lo demuestra el yacimiento arqueológico, completó su repoblación y asentamiento en el año 1.048. Cumple ya 950 años, porque este documento escrito del 1 de febrero de 1.048 y concedido por el último conde y primer Rey de León y Castilla D. Fernando I habla ya de la villa de Baños con vecindario y términos bien determinados, además de un monasterio cerca de la villa. Con el tiempo se fue articulando el caserío, en su mayor parte de piedra, dando lugar a un entramado de plazoletas y calles de trazado irregular, que reservó casi en el centro un espacio suficiente y libre del todo para el edificio y dependencias de lo que desde entonces viene llamándose la Casa de la Villa o Ayuntamiento.
Por otra parte el ensanche progresivo de la Villa y la construcción de la Casa Consistorial, dio lugar el 30 de junio de 1.637, hace ahora 360 años, a la concesión de jurisdicción independiente por el rey Felipe IV con derecho a “rollo y otras insignias de jurisdicción”, entre éstas, sin duda el escudo propio. Precisamente casi un siglo antes, el Emperador Carlos I había concedido a Baños el 22 de diciembre en 1.550, hace por tanto 447 años, las 13 Ordenanzas para defender y renovar de continuo los tres pinares resineros: Las Cabezas y Carriles, Monte Abajo o Monte Grande, y Monte El Roble, y demás masa forestal del municipio.
El mismo emperador D. Carlos I lo hace solemne y regiamente en pergamino colocando dentro de la letra uncial “D” de Don, un escudo real en colores, sonde se recoge, de forma muy clara y sucita, historia, producción y características propias de la Villa de Baños, que la identifican, y que todos los entienden con facilidad. Pronto este escudo entra con entusiasmo en el interés de los vecinos que, según lo van descubriendo, lo adoptan como emblemático, y lo reproducen para ponerlo en los vehículos y hacer de él enseña y pendón propio representativo de la villa de Baños, sobre todo por parte del Grupo Folklórico que lo exhibe en sus actuaciones. Para el Ayuntamiento en pleno, ha sido muy fácil canalizar en la práctica este sentir de los vecinos.